
Convirtiendo a las caficultoras en contadoras de café
Actualmente, Makena disfruta de una buena vida. El año pasado obtuvo el derecho a tener su propia tierra y a cuidar sus propios cafetos de arábica. Sus dos hijos la acompañan mientras ella recoge, con orgullo, las cerezas rojas que lleva al mercado.
La cultura en Kenia está cambiando, con progresos como este. Todavía no hay igualdad, pero está en el buen camino.
Queremos hacer más por Makena, queremos ayudarla no solo a cultivar café, sino también a empoderarla como una mujer de negocios moderna. Nuestros equipos locales están empezando a formar a Makena y a otras 2000 mujeres kenianas en las partes menos obvias, pero esenciales, del cultivo de café moderno: cómo llevar registros de gastos, ventas y cosechas.
“Nunca fui buena en aritmética en la escuela”, nos dice. Pero saldremos del ábaco y volveremos a las lecciones de matemáticas. Juntos, lo estamos logrando.
Hasta el momento, estamos orgullosos de haber formado a 250 agricultoras líderes que pueden asesorar a otras mujeres y predicar con el ejemplo. Estamos ayudando a las mujeres kenianas a cuidar el negocio del café para que tengan la oportunidad de un futuro brillante y sostenible. Y que tú puedas saborear este éxito en cada taza.
