Los aromas, las texturas y los sabores, crean experiencias que se quedan guardadas en nuestra memoria por siempre. Una taza perfecta de café no solo nos recuerda un buen sabor, sino todo lo bueno que nos rodea en el momento que lo consumimos: familia, amigos, celebraciones.
Con NESCAFÉ® GOLD tenemos la mejor taza de café al alcance de nuestras manos, siempre. Nuestro producto es elaborado por expertos que tienen como único fin, crear una experiencia única bajo un proceso perfecto.
También puedes leer: De dónde viene el café
NESCAFÉ® GOLD es un café soluble con altos estándares de producción. En principio, los expertos seleccionan los granos de mejor calidad, para luego secarlos hasta alcanzar la humedad ideal. Cada grano es inspeccionado cuidadosamente, para tener certeza de sus atributos de calidad.
Los granos de café arábica, pasan por un proceso de tostado supervisado por expertos, bajo temperaturas y tiempos precisos, generando así el tueste preciso. En este punto, el café NESCAFÉ® adquiere el color dorado, tan característico del NESCAFÉ® GOLD.
Al terminar el proceso de tueste, se realiza un último control visual para garantizar que el café está en el punto exacto. NESCAFÉ® GOLD es elaborado con cuidado, para los momentos que importan.
Al disfrutar de NESCAFÉ® GOLD, comprobarás la experiencia premium del proceso. Los granos que se utilizan en él son diez veces más finos que el café instantáneo común, algo que percibirás en el sabor y la textura, como en el aroma.
¿Qué es el café liofilizado? Es un café soluble, producto del proceso de liofilización, que se realiza para conservar el sabor y el aroma. Estos dos elementos deben conformar un balance perfecto para crear una experiencia única.
El proceso del café liofilizado consiste en congelar el extracto líquido del café, para posteriormente llevar el producto a una cámara de vacío en donde se separa el agua por sublimación. Es así como se eliminan las partículas de agua desde el estado sólido al gaseoso (del ambiente), sin pasar por un estado líquido.
Esta tecnología del proceso liofilizado, hace parte de la experiencia de NESCAFÉ® GOLD: café con el tueste ideal, granos de café arábica con un color dorado y lo más importante de todo, un sabor y aroma intenso, muy apetecido por los expertos en esta bebida.
Soluble tradicional: Ambos permiten una preparación rápida, pero la gran diferencia está en el proceso. El soluble convencional se seca con calor mediante aspersión, lo que lo hace más económico, pero puede afectar el sabor y el aroma. En cambio, el café liofilizado se congela y luego se seca al vacío, conservando mucho mejor las notas originales del café, logrando una taza más cercana a la de un café hecho de forma manual.
Molido: El café molido necesita una preparación más elaborada y equipo como cafeteras o prensas, y suele ofrecer sabores más complejos por ser menos procesado. Aun así, el café liofilizado destaca por su practicidad: solo agua caliente y listo. Ideal para quienes buscan rapidez sin renunciar a una experiencia de sabor bastante fiel al café tradicional.
Disfrutar de NESCAFÉ® GOLD en casa, es realmente sencillo. Para hacerlo, vierte una cucharadita en una taza, luego, agrega lentamente agua caliente a punto de ebullición. Al terminar, revuelve con cuidado, de esta manera garantizas una delicada textura y liberarás todo el aroma de un café único.
Si eres amante del buen café y te gusta innovar en tus preparaciones, con NESCAFÉ® GOLD puedes ir más allá. Aprende a preparar un delicioso café Dalgona en cuatro sencillos pasos. Sigue las instrucciones del siguiente video y listo.
Con NESCAFÉ® GOLD, un café liofilizado, elaborado con el mayor cuidado de expertos cafeteros, podrás disfrutar de una experiencia única y exclusiva.
También puedes leer:
Consejos para que aprendas a ser un catador de café
Sabor más auténtico: conserva mejor los aromas y sabores naturales del café, acercándose mucho al sabor del café filtrado o de prensa.
Disolución perfecta: se disuelve fácilmente en agua caliente y también en agua fría, sin dejar grumos ni residuos.
Preparación rápida y sencilla: no necesitas cafetera ni filtros: solo una taza, agua y una cuchara.
Larga vida útil: al estar deshidratado por congelación, dura más tiempo sin perder calidad, siempre que esté bien sellado.
Portabilidad: ideal para llevar de viaje, al trabajo, a la montaña o donde sea: práctico y ligero.
Conservación de propiedades: el proceso de liofilización conserva mejor los compuestos del café como antioxidantes y aceites volátiles.
Versatilidad: puedes usarlo en recetas frías o calientes: cafés helados, postres, batidos o incluso para aromatizar preparaciones.
Sin necesidad de moler o filtrar: a diferencia del café en grano o molido, ya está listo para consumir.