Combina agua caliente y café en un recipiente alto de vidrio, revuelve hasta disolver.
Llena un vaso con cubos de hielo.
Agrega leche o agua fría en el hielo, revuelve hasta combinar. Agrega azúcar al gusto (opcional).
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Una buena idea es preparar cubos de hielo con café en lugar de agua. Así, al derretirse, mantienen el sabor y la intensidad de tu NESCAFÉ®.
Los toppings son la clave para llevar tu café frío a otro nivel. Algunas combinaciones clásicas incluyen crema batida, sirope de caramelo o chocolate, trocitos de galleta y un toque de canela espolvoreada. Estos ingredientes no solo realzan el sabor, sino que también aportan textura y una presentación irresistible. Si quieres una versión más indulgente, añade un poco de leche condensada o chispas de chocolate para disfrutar un iced coffee tipo postre.
¡Definitivamente sí! El helado es uno de los toppings más deliciosos para acompañar un iced coffee. Una bola de vainilla, chocolate o café se derrite lentamente sobre la bebida, creando una mezcla cremosa y refrescante. También puedes experimentar con sabores como avellana o dulce de leche para darle un toque diferente. Es una forma fácil de transformar tu café frío en una bebida especial para disfrutar en cualquier momento del día.