Hay sabores que no solo se disfrutan con el paladar, sino también con la memoria. La torta de café es uno de esos placeres que huele a hogar, a tardes tranquilas y a conversaciones sin prisa. Su aroma envolvente y su textura esponjosa hacen que cada porción sea un momento para desconectarse del corre corre diario. Ideal para acompañar un buen café caliente, una charla con amigos o ese merecido descanso a mitad de tarde.
En este artículo te contamos todo lo que necesitas saber para preparar la mejor torta de café en casa: desde los ingredientes que no pueden faltar, hasta trucos sencillos para que te quede jugosa y con ese saborcito irresistible. Si eres amante del café y de los postres caseros, este contenido está hecho para ti.
¿Qué tal si en tus celebraciones especiales acompañas tu NESCAFÉ® Gold para hacer cócteles tropicales o postres como tiramisú?
Puedes aventurarte con frutas y darle ese toque cítrico a tu café al probar una naranjada, limonada o hasta una infusión de NESCAFÉ®Artesano con Maracuyá. O tal vez tu debilidad sean los frappés dulces de brownie, arequipe y leche condensada, todo gracias al maravilloso NESCAFÉ® Café con Leche.
Recetas hay para rato, así que, ¿por qué no invitas a tu familia y amigos y les preparas una deliciosa y esponjosa torta de café? Con esta receta los dejarás maravillados y con más ganas de compartir juntos.
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Disfrutar del delicioso sabor del café de otras formas siempre será placentero para los sentidos. Prepárate para hacer una torta casera y fácil.
Para el relleno necesitamos:
Para la base:
Si quieres que tu torta de café quede realmente espectacular, hay algunos secretos caseros que hacen toda la diferencia. Desde la intensidad del café hasta el punto exacto del batido, cada detalle suma para que el resultado sea una torta esponjosa, aromática y llena de sabor. Aquí te dejamos algunos tips sencillos pero infalibles:
Usa un café fuerte y de calidad: Ya sea pasado, espresso o instantáneo, lo importante es que tenga buen sabor y aroma para que se note en cada bocado.
No te excedas con el azúcar: Así lograrás que el sabor del café sea el protagonista y no quede opacado por lo dulce.
Agrega un toque extra de sabor: Un chorrito de esencia de vainilla o una pizca de canela puede realzar muchísimo el perfil aromático de la torta.
Bate bien la mantequilla con el azúcar: Este paso es clave para que la textura sea aireada y suave. Hazlo hasta que la mezcla esté bien cremosa.
No sobremezcles la harina: Una vez que la agregues, mezcla solo lo necesario para que todo se integre y la torta no quede dura.
Engrasa y enharina bien el molde: Así evitarás que se pegue y lograrás un desmolde perfecto.
Deja enfriar antes de desmoldar: Dale unos minutos para que repose, esto evitará que se rompa y concentrará mejor los sabores.
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Lo ideal es usar un café fuerte y de sabor intenso, como el espresso o el café pasado bien concentrado. Si usas café instantáneo, procura disolverlo en poca agua para que no quede muy suave. Mientras más sabroso sea el café, más rica quedará la torta.
Va perfecto con un café con leche, un cappuccino o incluso una bebida fría como leche con hielo. También puedes servirla con crema batida, helado de vainilla o un toque de chocolate derretido si quieres un postre más especial.
¡Claro que sí! Las nueces, almendras o chips de chocolate combinan perfecto con el sabor del café y le dan un toque crocante o más goloso. Solo asegúrate de mezclarlos al final, con movimientos suaves, para que no se hundan en la masa.
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Bibliografía: