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Una mujer sostiene dos plantas de café
Nuestro mundo
Motivar y formar a los jóvenes caficultores del futuro

Motivar y formar a los caficultores del futuro​

Fondo de papel reciclado marrón oscuro

Fomentando el crecimiento de los jóvenes caficultores​

Te presentamos a César Ernesto Buezo, hijo de una familia de caficultores, que se ha pasado la vida rodeado de los cafetos de la finca de su familia, pero hasta hace poco no se le había ocurrido pararse a apreciar el sabor del café ni sus perspectivas como caficultor. Entonces participó en la Iniciativa para la juventud de NESCAFÉ y cambió de actitud. «El gran avance para mí fue el simple hecho de fijarme en la taza de café que estaba produciendo», nos cuenta. «Probarlo, degustar los distintos sabores, estudiar los colores y la textura... todo esto me era totalmente nuevo».

No es la profesión preferida de los jóvenes: menos del 5 % de los caficultores tienen menos de 35 años en todo el mundo. Ante la creciente brecha generacional mundial en la producción de café, NESCAFÉ se propuso presentar a los jóvenes buenas razones para quedarse en la finca y abrazar un futuro cafetero propio.

Unos hombres trabajan en un cafetal
Ayudamos a crecer: la formación de los caficultores en Honduras​

Honduras tiene una de las poblaciones más jóvenes del mundo; cerca del 65 % de los hondureños son menores de 29 años.  En junio de 2019, NESCAFÉ lanzó allí una Iniciativa para la juventud. En colaboración con el gobierno nacional y como parte del proyecto Nestlé Needs YOUth, su objetivo es inspirar a las generaciones más jóvenes para que contribuyan al éxito de sus comunidades cafeteras. Como parte del compromiso más amplio de Nestlé de ayudar a 10 millones de jóvenes de todo el mundo a acceder a oportunidades económicas para 2030, el Plan NESCAFÉ pretende ofrecer formación en cultivo de café a hasta 25.000 jóvenes de Honduras.

Unos estudiantes aprenden sobre café
Contribuir a potenciar el conocimiento a través de la educación en caficultura​

Mientras estudiaba temas agrícolas en su instituto, César aprovechó la oportunidad para unirse a la Iniciativa para la juventud. «Desde jovencito soñaba en quién me convertiría y las metas que podría alcanzar», explica. «Aquí en Comayagua, supe que el café era mi futuro». Y aprovechó la oportunidad.

Con clases impartidas en Centros de Competencia de Calidad del Café como el del municipio de La Libertad, así como a distancia, el programa de formación de 80 horas enseña conocimientos sobre el café y también espíritu empresarial. Un vivero in situ y un secador solar permiten impartir lecciones prácticas sobre cultivo y cosecha. Una zona de preparación designada permite a los estudiantes aprender las propiedades del café, los métodos de extracción, el tostado, el molido y la degustación en taza.

Un enfoque holístico de la agricultura enseña a los estudiantes a dirigir una empresa moderna. Además de las prácticas agrícolas, la recolección y el cuidado de los cultivos, aprenden técnicas de ingeniería, métodos para mejorar la calidad del café e informática.
«Uno de los mejores módulos trataba de la motivación y la perseverancia», dice César. «Eso me llegó de verdad, porque todos estábamos equilibrando las tensiones de casa y de la escuela. Tuvimos unos excelentes debates sobre liderazgo, innovación y espíritu empresarial. Fue increíble sentir el apoyo de gente que no pedía nada a cambio».

Fondo de cita de papel reciclado marrón

"Nestlé se compromete a ayudar a 10 millones de jóvenes de todo el mundo a acceder a oportunidades económicas de aquí a 2030."

Un hombre cuida una planta de café
Elaborando un futuro más próspero

Tras la iniciativa, una nueva generación de caficultores se siente plenamente comprometida con las tierras de labranza de sus antepasados. «La mayoría de nosotros venimos de familias productoras de café, pero el mayor desafío es que heredamos la tierra junto con otros nietos, hijos y primos», dice César. «Nos falta formación teórica y práctica en lo que se refiere a la gestión de la explotación. Dejamos que los mayores se ocupen de ello, y la producción ha disminuido. Muchos jóvenes ven el café como algo obsoleto. Gracias al programa, tengo una perspectiva diferente de lo que quiero para mi finca».

Los aprendizajes colectivos, compartidos entre los programas de formación de jóvenes en café, aceleran y amplían los programas iniciados por el Plan NESCAFÉ en países como México y Colombia. «Pienso en un futuro en el café, pero no solo en términos de ingresos», dice César. «Es una cultura, un patrimonio, una herencia y nuestra familia. Siempre formará parte de mí y de nuestra comunidad. La diferencia es que no siento que tenga que atarme a la tradición».

Fondo de papel reciclado blanco

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